El Cardenal Norberto Rivera Carrera, en su homilía dominical del 26 de diciembre, dijo, entre otras cosas, que “a nosotros nos toca este momento especial donde muchas veces la familia es cómplice, protectora inclusive de delitos”. Al H. Congreso no le queda del todo claro de qué familias se trata, pero tiene al menos dos hipótesis: a) Quizá se trate de la familia de los Legionarios de Cristo que —ya ha quedado al descubierto— fue cómplice, protectora inclusive de delitos de pederastia. (Lo raro es que el Cardenal comente al respecto, ya que el Vaticano ha ordenado callar y borrar todo rasgo de la existencia de Marcial Maciel) y b) que el Cardenal Rivera, haciendo gala de un exceso metafísico navideño, se llame así mismo la familia pues, como se sabe, él fue acusado ante la Corte Federal de Estados Unidos de ser cómplice, protector inclusive de delitos de abuso sexual y fraude ya que, según la denuncia, encubrió al sacerdote Nicolás Aguilar Rivera (El universal, 21-abril-2010) y también, a la familia de los Legionarios de Cristo. De la familia de la que se trate, lo que le queda claro al H. Congreso es que a Norberto Rivera le gusta protegerla.
H. Congreso.
